Seguridad digital en la escuela primaria
La infancia digital es la realidad en la que viven los escolares modernos. Por razones obvias, les resulta cómodo y familiar. Al mismo tiempo, la realidad de los adultos, la crianza digital, puede resultar mucho menos familiar.
Juzgue usted mismo: por un lado, quiero proteger al niño del máximo número de amenazas, incluso en Internet. Por otro lado, las habilidades de comunicación segura en Internet deberían desarrollarse al final de la escuela primaria, cuando la comunicación se convierte en lo que los psicólogos y profesores del desarrollo llaman una actividad líder.
Normalmente, al desarrollar nuevas habilidades, los errores son bastante útiles: ayudan a acumular experiencia. Pero cuando hablamos de seguridad digital, los errores pueden salir muy caros, incluso en el sentido literal, es decir, económico, de la palabra. Por lo tanto, la capacidad de organizar su propia seguridad en Internet debe desarrollarse de forma separada y decidida.
¿Qué amenazas enfrenta un niño en línea?
Los expertos identifican tres categorías de amenazas que los niños pueden encontrar en línea. Estas amenazas provienen de extraños, de sus compañeros y, curiosamente, del propio niño.
Las amenazas que plantean los adultos desconocidos están relacionadas principalmente con la protección de la información personal y de pago. Probablemente su hijo no compartirá los datos de su tarjeta bancaria con un extraño. Pero incluso los adultos hacen compras impulsivas. La diferencia es que el niño aún no tiene la experiencia necesaria para reconocer una situación potencialmente peligrosa en Internet.
Entre las amenazas de los compañeros, la principal es el ciberacoso. Los adultos que crecieron en la era predigital rara vez se encuentran con este fenómeno. Crecimos, internalizamos las normas sociales, aprendimos la empatía y solo entonces aparecieron las redes sociales y la mensajería instantánea. Pero es mucho más difícil para un niño controlar sus emociones y las ideas sobre las normas de comportamiento están en proceso de formación. Esto explica la agresión al comunicarse online con compañeros y amigos. Explica, pero no justifica.
El tercer tipo de amenaza surge precisamente porque los propios niños suelen ser una fuente de peligro. Los niños no siempre comprenden toda la gama de amenazas y posibles consecuencias de sus acciones; por ejemplo, instalar programas de fuentes poco fiables o registrarse sin cesar en canales de mensajería. Discutir los posibles peligros de controlar el software en una computadora doméstica es uno de los detalles de la paternidad digital moderna.
Esta no es una lista completa de amenazas digitales: también existe el peligro de detectar malware, filtrar datos personales e infectar su computadora con un millón de ventanas emergentes y alertas. Pero hemos enumerado exactamente aquellas amenazas que es importante tener en cuenta cuando un usuario en edad de escuela primaria tiene su computadora personal.
Qué discutir y qué enseñar
Con las amenazas asociadas con el malware y la comunicación con extraños, está claro qué hacer. Basta con definir claramente las reglas para el uso de una computadora y un teléfono: prohibir la instalación de programas, visitar sitios desconocidos, establecer configuraciones de privacidad para las páginas de las redes sociales. Existen aplicaciones de control parental para teléfonos inteligentes, pero es importante que el niño comprenda qué restricciones específicas encontrará y por qué.
Pero las cosas se complican más cuando hablamos de comunicación con compañeros.
Intente crear una atmósfera en la que su hijo se sienta cómodo compartiendo sus experiencias. Discuta con ellos qué es el ciberacoso, qué formas puede adoptar y cómo afrontarlo. Informe a su hijo sobre los signos de ciberacoso, incluidas amenazas, insultos, difusión de rumores, extorsión, etc. Enfatice que nadie debe permanecer en silencio ante este tipo de situaciones.
Tenga en cuenta que los insultos de extraños y el acoso organizado en el entorno digital son cosas diferentes. El ciberbullying tiene consecuencias en el mundo real, mientras que los comentarios negativos de extraños, aparte de arruinar el estado de ánimo, no amenazan nada, y la mejor cura para esto es no sucumbir a las provocaciones y al trolling.
Internet en sí no es un lugar lleno de enemigos. Es tan difícil encontrar a un atacante real allí como fuera de línea. Sin embargo, comprender las posibles amenazas en Internet puede proteger a un niño fuera de la comunicación en línea: enseñarle a reconocer situaciones sospechosas, responder al comportamiento poco saludable de sus compañeros, comprender los peligros de comunicarse con extraños, etc. Y este es un buen resultado no sólo para el lado digital de la crianza de los hijos, sino también para la crianza de los hijos en general.
