Casi el 30% de las personas sufren de síndrome de excelencia o de prefeccionista o tambien esta conocido como el síndrome del hermano mayor.
Síndrome de prefeccionista en psicología es la creencia de que un ideal puede y debe lograrse, la creencia es un resultado defectuoso de la educación, no debería de existir.
Parecería que las cualidades positivas son la precisión, el deseo de hacer bien el trabajo a la perfección, a tiempo, sin manchas negras, la persistencia, en el caso del síndrome de la excelencia, juegan un papel malo. Una persona está constantemente esperando la aprobación de sus acciones y altas calificaciones, tiene miedo de asumir nuevas cosas, porque no sabe cómo hacer el trabajo sin problemas, teme los errores, las ediciones y los comentarios hasta el temblor.
El miedo a los errores y el aprendizaje imperfecto comienza a formarse en la infancia. Es necesario enseñar al niño a no perseguir el Diez, sino a hacer su trabajo, participar en el mejor resultado, que no se mide por puntos, sino por el stock de conocimientos y la capacidad de usarlos.
Para que los niños hagan algo no por el bien de la evaluación, sino porque están interesados; no se estremezcan por las críticas; emprendan nuevos comienzos con entusiasmo y tengan una buena autoestima, es necesario ayudarlos.
* Elogie al niño por cualquier resultado. Incluso si no funcionó, lo intentó. Volverá a intentarlo cuando vea su apoyo.
* Hable con los niños sobre el proceso de aprendizaje. Muestre interés: ¿cómo fue la lección, qué aprendió de nuevo, interesante? ¿Alguna dificultad? ¿Cómo lo hiciste? En una conversación así, sabrás qué teme, si hay dificultades y podrás ayudarlo a estar más seguro.
* Se puede y se debe cometer un error. No es el fin del mundo. Se están corrigiendo. Enséñele a su hijo a analizar los errores para no repetirlos.
* Nunca compare a su niño con otros niños. No pongas como ejemplo incluso a los más inteligentes, en tu opinión, no juzgues, en el contexto de la comparación. El niño no se apresurará a ser lo mismo que ese niño, pero se arruinará la relación con Usted.
Deje de obsesionarse con las calificaciones y enséñeles a sus hijos a adquirir conocimientos y desarrollar habilidades en lugar de calificaciones altas en un cuaderno.